Estatus pelatus es comprar cosas que no se necesitan, con dinero que no se tiene, para impresionar a la gente que le cae mal. ¿Verdad que da risa? Aun así, más de la mitad de la población sufre de este mal.
Este tipo de personas pueden estar sin un peso en el bolsillo (generalmente), pero buscan el dinero prestado para ir a la fiesta del club, para estar en los restaurantes caros o visitar la discoteca que abrió sus puertas ese fin de semana y que está “como e”. Si no pueden asistir, se echan a la pena y se deprimen, porque se ven como unos miserables (realmente se pudiese decir que lo son, pero parece que no se dan cuenta de que no son los únicos)
No descansan hasta conseguir ese artículo de moda, así el precio sea muy alto. En el caso de algunas mujeres, piden la ropa prestada a sus amigas, tienen crédito en el salón de belleza para arreglarse su cabello todos los días y les arman un drama a sus padres para que les den dinero porque se sienten solas e incomprendidas. En el caso de los hombres, buscan la manera de impresionar a como dé lugar a este tipo de mujeres. Es curioso ver que es un engaño de doble vía.
No descansan hasta conseguir ese artículo de moda, así el precio sea muy alto. En el caso de algunas mujeres, piden la ropa prestada a sus amigas, tienen crédito en el salón de belleza para arreglarse su cabello todos los días y les arman un drama a sus padres para que les den dinero porque se sienten solas e incomprendidas. En el caso de los hombres, buscan la manera de impresionar a como dé lugar a este tipo de mujeres. Es curioso ver que es un engaño de doble vía.
El problema con este estatus ridículo, es que este tipo de personas caen en un círculo vicioso, porque se llenan de deudas y pagan con la tarjeta de crédito, pero sus tarjetas ya se encuentran por las nubes y aún no reaccionan. No salen de un préstamo para meterse en otro, todo, producto de la apariencia. Viven sumergidos en deudas todo el tiempo.
La moraleja de esto es: ¡Deje de estar aparentando lo que no es! Si usted se quiere dar los lujos de la gente rica, piense, trabaje y hágase rico. Deje de parecer un ridículo. Si usted no sufre de este mal, felicidades, eres del grupo selecto de dominicanos que tienen los pies en la tierra, y que valoran más su economía personal y la de su familia, por lo que puedan pensar un grupo de gente que solo vive de apariencias.
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