Cuando el camino se pone duro, los
duros son los que siguen en el camino. Cuando las cosas se ponen difíciles en
la vida, lo más fácil es renunciar, mas sin embargo, renunciar es perder. Como
seres humanos, tenemos la mala costumbre de querer abandonar el camino a la
primera señal de desafío. Creemos que las dificultades son señales de Dios para
que abandonemos el camino, cuando no entendemos que la realidad es que son
pruebas enviadas por el mismo Dios para saber si realmente queremos lo que
buscamos.
Los obstáculos prueban el material
del que estamos hechos. Al menos que seamos tan duros como el Diamante,
cualquier dificultad podría rayarnos. Es por eso que es tan importante la educación
emocional, porque para triunfar en esta vida es preciso entender y controlar
las propias emociones, además de comprender las emociones ajenas. Por eso esto
no se enseña en las escuelas, porque a la hora de la verdad la inteligencia
emocional es la más difícil de amaestrar. Cualquier tonto puede memorizar un
resumen de un libro, pero la inteligencia emocional es práctica, se demuestra
con hechos.
En esta vida hay que perseverar
para lograr lo que uno quiere. Es por eso que les dejo estos 4 pasos para
cultivar la perseverancia, ya que sin ellos, es imposible tener éxito en algún campo
de la vida. Este fragmento es tomado del libro “Piense y Hagase Rico” de Napoleón
Hill. Aplíquenlo en su vida:
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